jueves, 2 de julio de 2009

Estamos en el ruedo

Los cubanos han comenzado a prestarle una mayor atención a los comentarios económicos que el especialista, Ariel Terrero, hace una vez por semana en el programa “Buenos Días” del Canal 10 de la Televisión cubana, y no es que este hacedor de los números proporcione noticias alentadoras de nuestra realidad nacional, sino porque con palabras llanas nos muestra cuan destartalada esta nuestra economía.
¿Causas? Supongo él las conozca, pero en su comparecencia solo puede darnos pálidas soluciones a una situación que solo pueden enfrentarse con un cambio radical en la construcción del socialismo en Cuba.
Resulta que somos un “socialismo” que sufre las consecuencias de las crisis capitalistas. Marx en su tumba debe estar ante ello perplejo, aunque pensará que él, por suerte, ya no está en el ruedo.
En este contexto traigo a colación un análisis que el diario de la juventud cubana publicó el pasado 14 de junio, con el mismo título que el actual comentario, realizado por un equipo de periodistas, quienes tras “desandar el entramado empresarial del país”, nos aseguran que “la crisis no es una entelequia intocable y que sus síntomas –expresa su subtitulo- están entre nosotros, con fábricas afectadas, producciones deprimidas y anuncios de peores contingencias”.
Y leyendo la descripción de Juventud Rebelde nos percatamos oficiosamente de lo que materialmente comprobamos en el vivir diario.
Pero lo que llama la atención del artículo es que en dos páginas que el diario dedica a esta temática solo dan opiniones los directivos, el obrero brilla por su ausencia. Al parecer la vara mágica para la solución de los problemas radica en la buena voluntad, entereza, de la varita mágica de la burocracia que administra nuestra patria, esa que a pesar de la crisis energética aún no ha guardado el carro personal, quise decir estatal, ahora en medio de la crisis, con aire acondicionado, para seguir disfrutando de la pobreza de nuestro llamado socialismo tropical.
Ahora, según los empresarios estatales, “el despilfarro de los recursos económicos y de la energía es consecuencia de la falta de cultura económica”, “existe falta de visión integral a la hora de realizar los procesos inversionistas”, “hay falta de interpretación y de aplicación real de la Resolución Económica del V Congreso del Partido”, “la verticalidad de las orientaciones frena la iniciativa de los empresarios”, “hace falta lograr una mayor coherencia en las empresas”.
Todo esto son justificaciones vanas. Nadie mencionó los bajos salarios de los obreros, el hecho de que nadie cuente con ellos para tomar las decisiones laborales, ni elegir a los dirigentes, la falta de motivación de los trabajadores para el trabajo, el desvío de recursos por los obreros para subsistir en una economía paralela de divisas, la centralización de las decisiones y de los recursos que limitan la iniciativa y la reproducción ampliada de las entidades. Realmente después de leer tales opiniones yo me pregunto cómo es que aún existimos.
La verdad es que el artículo en cuestión solo quiere atemorizar a quienes ya están acostumbrados a las calamidades de nuestra economía, ni una sencilla sugerencia para que el dragón fogoso que nos atenaza el bolsillo pueda ser decapitado.
Para el diario son tan importantes las fábricas de utensilios sanitarios, de envases, de enseres de aluminio, de sellos postales y un poligráfico, que la industria de productos lácteos. Todo es importante para el diario en la etapa de crisis, cuando lo importante es priorizar la industria alimenticia y la producción agrícola. Lo demás, para tiempos mejores, que los indios cubanos vivían con taparrabos.
Ya cuando el año pasado se aprobó el presupuesto de la nación nos pronunciamos contra dificultades que no se enfrentan debidamente por el estado cubano (ver www.kaosenlared.net/noticia/cuba-y-el-presupuesto-del-2009) y es que el problema de nuestro país no lo solucionará la burocracia estatal, sino el pueblo trabajador con un enfoque realmente socialista de nuestra realidad.
Lo sintomático de la actual situación es que no es nueva, Cuba no ha salido de la crisis en que la sumió la desaparición del campo socialista, ni ha salido del período especial iniciado en la década del 90 del siglo pasado; como igual puede aseverarse que no ha caído el socialismo en nuestra isla porque la mayoría del pueblo no se ha levantado de la mesa de juego y persiste en lograr ese socialismo cubano con fuerte presencia de los ideales martianos.
La medalla de oro para el pueblo cubano, ese gran ausente en el análisis del diario de la juventud cubana.
Espero poder ver el día en que nuestra prensa deje de ser oficialista y que los comentarios críticos no tengan que ser editados en medios alternativos. La crisis, estimados colegas, es producto de la contradicción entre capital y trabajo y esa argumentación sólo es factible en los países capitalistas, y en Cuba hay crisis porque no hemos aún abandonado ese campo a pesar de 50 años de Revolución. El obrero cubano, igual que el dominicano o el mexicano, vive de vender en el mercado su fuerza de trabajo, vive de un salario, y eso es capitalismo.
Algo bueno tiene el análisis del diario, podemos darnos cuenta que estamos muy mal, realmente es un buen trabajo descriptivo de algunos aspectos de la enferma economía cubana.
¿Las soluciones de JR donde están?
¿Hay que esperar por un Congreso anunciado sin fecha?

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