viernes, 19 de junio de 2009

¿Por qué se pierde la juventud?

Riflexiones
Desde tiempos inmemoriales existe la inclinación de las generaciones más viejas a denostar sobre la juventud que viene empinándose con su propia ética y patrón de valores, faltando casi siempre el análisis de los aspectos negativos que la generación precedente ha traslado a los nuevos vástagos.
Y traigo el tema a colación porque esta nueva generación de cubanos que comenzó a desarrollarse bajo la tutela del llamado Periodo Especial encuentra valores negativos como la doble moral y la corrupción que no enfrentaron las generaciones que le antecedieron.
El pasado 31 de mayo bajo el título “Los domingos sí están contados” el diario Juventud Rebelde nos relata como la juventud bayamesa decidió hacer de un domingo “una fecha de semillas, de privaciones gratas, de fango mágico y de sudores que saben a miel”, esta última no es la miel del poder, sino la del sacrificio.
Según el diario desde octubre del 2008, en que la dirección de la juventud de Granma convocó a enarbolar la bandera de los sacrificios no fingidos para apoyar las tareas agroalimentarias, apenas la juventud ha faltado a un domingo rojo.
El artículo rezuma el vigor y desprendimiento de los jóvenes bayameses en esta nueva tarea de choque y ya casi al final del artículo un joven se refiere a un sábado “en que sembramos boniato, nos pusimos contentos porque no fuimos un grupito sino miles de jóvenes. El entusiasmo se multiplicó”.
Esos jóvenes, al leer este artículo en un diario nacional deben sentirse orgullosos, estimulados a seguir enfrascados en esa lucha contra la naturaleza, pero les aconsejo que para mantener el embullo no sigan leyendo el diario, pues si llegan a la página ocho y leen el artículo “Y ahora, ¿Quién aguanta el viandazo?, se enterarían de que en la pasada cosecha de tomates se pudrieron cientos de toneladas de ese producto y que en la actualidad la misma suerte corren miles de toneladas de boniato.
¿Acaso esto es un buen ejemplo para nuestra juventud? Pedirles que se esfuercen para después tirar por la borda todo ese sacrificio que hacen.
¿Dónde radica el problema? Lees y relees el artículo y la responsabilidad se diluye:
-Las cooperativas productoras de tomate exigen que acopio le pague 146,343 pesos por la pérdida de 2 610 quintales de boniato.
-Algunos campesinos no reclamaran y se conforman con que les paguen por la producción planificada y no la real.
-Algunos campesinos perdieron el 40 por ciento de la ganancia prevista.
-Contribuyeron a esas pérdidas la poca disponibilidad de medios de transportes y la existencia de una infraestructura industrial incapaz de asumir picos productivos.
-A juicio de algunos campesinos el saldo final de lo perdido lesiona más la vergüenza que sus bolsillos, y califican de inmoral que detrás de tantos recursos y esfuerzo físico no llegue a la población una cosa tan necesaria como la comida en momentos en que el estado emplea divisas para adquirir alimentos en el exterior.
- Un obrero revolucionario y que no ha perdido la esperanza y el optimismo asume que lo sucedido es una mala racha.
Luego el periodista les da la palabra a los funcionarios, quienes presagian que la nueva estrategia de comercialización que debe implementarse en agosto próximo funcionara de acuerdo con un estudio de demanda de las dos provincias habaneras.
En Cuba todo queda siempre proyectado en el futuro.
Los culpables de la pudrición de esos alimentos ¿Qué?
Bueno, creo que como dice el refrán, la culpa de todo la tiene el totí.

francotiradordelcauto@yahoo.es
http://francotiradordelcauto.blogia.com/

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